Sus aires de isla griega le confieren una personalidad única entre las Baleares. Construida sobre una colina que se hunde en el mar, la ciudad tiene un casco antiguo rodeado de murallas que ofrece el encanto de sus apacibles callejuelas. El barrio de la Marina, cerca del puerto, es por el contrario muy animado. Alrededor han surgido zonas residenciales y comerciales, mientras que los grandes hoteles han preferido extenderse por el litoral.
Me parece muy interesante la manera de enfocar este blog, son destinos realmente interesantes y algunos de ellos transmiten paz solo con mirar las fotos, te animo a seguir con el blog¡ Un saludo.
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